Así que Microsoft ha dado una vuelta de tuerca más a su indudable conocimiento del mercado y ha decidido optar por la vieja táctica del abrazo del oso, que ya utilizara con stacker muchos años atrás de otra manera: básicamente consiste en acercarse al enemigo, abrazarlo como si fuera un amigo... y acto seguido apretar, apretar y apretar hasta matarlo por asfixia. Con Stac Electronics firmó acuerdos para licenciar la tecnología (que luego nunca se concretaron en un pago), consiguió acceso al código fuente, lo copió y lo incorporó a ms-dos. Stac se hundió y años después Microsoft fue condenada a pagar 120 millones de dólares.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario